sábado, 1 de noviembre de 2008

Jóvenes

Lo que a continuación leerán, son algunas de las razones, por las cuales considero que un sector de jóvenes, no se comportan como la sociedad espera, sino que adopta comportamientos rebeldes y en algunos casos muy negativos.

Todas estas razones son producto de mi trabajo con jóvenes adolescentes, durante más de cuatro años, en donde pude conversar con muchos de ellos, en los que había como denominador común, la ausencia de manifestaciones de cariño por parte de sus padres o familiares cercanos.

Jóvenes:

Muchos de ellos nacidos producto del mandamiento social de que todo hombre y toda mujer debe tener una familia con hijos. O bien, del fallo en el conteo de los días del mes o de la mala jugada que produjo un preservativo.


Portadores del mal humor, del cansancio, de las quejas y del hastío del final del día de los padres, quienes al cerrar la puerta se transforman en pequeños ogros andantes, con ellos.


Sedientos de una frase o un gesto que exprese cariño. O de la simple, pero costosa pregunta de sus padres que diga ¿Cómo estás?


Víctimas de la complicidad de su madre o padre quien protege a otro miembro de la familia, aún cuando ha sido testigo de que lo maltrata física o sicológicamente.


Juzgados por la sociedad de ser los causantes de la delincuencia de un país, aún cuando las estadísticas dicen otra cosa y, pese a que para nadie es noticia que son manipulados y utilizados por adultos que, ante la carencia de unas migajas de amor y comprensión en sus hogares, juegan con ellos exaltándolos y reconociéndoles un liderazgo que nunca antes nadie les había valorado y que es utilizado - entonces - de forma negativa.

Víctimas del bombardeo de las drogas, sexo irresponsable y desenfrenado, y de la violencia que se publicita todo el día en los Medios de Comunicación Social.


Inmersos en la edad en la que las heridas pequeñas logran tener grandes profundidades que marcan toda la vida.

Pequeños mortales incomprendidos, en la edad más difícil de afrontar, en la que surgen muchas preguntas, cuestionamientos, y una necesidad inmensa de ser amados y acompañados, por aquellos seres adultos que se olvidaron que pocos años atrás también fueron jóvenes.

Seres humanos, ansiosos de una oportunidad y de dejar de ser ignorados para ser escuchados.

¿Qué piensan ustedes de ellos?

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