Tic tac, tic tac.
Es hora de despertar,
en un planeta entumecido,
que incita a dormitar.
Tic tac, tic tac.
Con un simple parpadear
un día se ha consumido,
sin que se haya podido rumiar.
Tic tac, tic tac.
No es posible escapar,
del paso poco impávido del artilugio,
que rige a la especie que dice pensar.
Tic tac, tic tac.
Es imposible penetrar
el sabio mundo del sigilo,
porque esta danza no deja auscultar.
Tic tac, tic tac.
¿Será posible navegar como delfín en alta mar
sin que el tiempo trunque el sentido,
de vivir y de disfrutar?
Nelva: me encantó y así es. Muchas veces se nos olvida vivir y disfrutar.
ResponderEliminarPor suerte yo tengo a Villa Mistral y tantas bendiciones que me obligan a apreciar de todo lo que tengo y a disfrutar.
Un abrazo,
Nelva: ya nos tenía abandonados. Que bueno que sigue escribiendo...
ResponderEliminarMuy bonitos versos. Ciertamente vivimos prisioneros del tiempo y ni cuenta nos damos cuando pasa y nos olvidamos de lo importante.
PERO, hay que practicar la vida de los delfines, especie que no dice pensar pero que vive y se les ve disfrutar.
Un saludo afectuoso.
Gracias Ing. Marcela por su comentario.
ResponderEliminarJosé(Mexicano), en efecto, por andar siguiendo los pasos del tic tac, tic tac y por estar prisionera del tiempo y de las cosas que tengo que hacer, no he tenido oportunidad de disfrutar de esta parte de la vida que tanto me hace feliz y me libera. Sin embargo, espero poder estar más seguido.
Aunque debo indicarle que no les he abandonado del todo, ya hasta nueva imagen tiene el blog, para cambiar un poco y renovar...cosas que también son importantes.
Gracias por leerme.
Saludos