jueves, 16 de septiembre de 2010

Conversación entre Hidalgo, Allende y Zapata en el 2010, con motivo de los 200 años de independencia y los 100 años de la revolución mexicana.


Son las 4:00 de la tarde del 15 de septiembre del año 2010. El pueblo mexicano está exacerbado y en pie de guerra. Hay multitudes de personas en las calles cantando, con carteles en mano, cornetas, tambores y miles de banderas mexicanas que flamean en sus respectivas astas al son de una fuerte brisa. Desde mi ventana, con frente al Zócalo, se visualizan algunos letreros que dicen: ¡Mexicanos unidos, esta lucha es nuestra! En el fondo se escucha a un grupo de personas que gritan al unísono: ¡No más guerras, no más delincuencia, no más explotación económica y laboral, somos mexicanos, somos humanos y como tales nos deben tratar!

Yo, Hidalgo, al ver este hecho histórico, no puedo evitar sentir el paso efervescente de la sangre, mi sangre, aquella que pensaba que ya no fluía, pues la indiferencia y el sometimiento bajo el cual observaba a mis paisanos ha sido un simple mito.

Quiero compartir este sentimiento y observo quiénes están conectados en el mensajero del facebook celestial. Inmediatamente puedo ver que Allende está como disponible. Abro la ventana de diálogo y empezamos a platicar:

- ¡Allende, hermano! La gente despertó, la explanada del Zócalo está abarrotada, ya no cabe ningún alfiler. Hoy se pone fin a la guerra impuesta; a los incrementos de los impuestos; a los miles de millones de pesos gastados en celebraciones suntuosas; a la esclavitud disfrazada de trabajo, pero que el ejercicio de su actividad sólo te da oportunidad para ir a dormir y regresar al día siguiente, para ganar un salario mínimo que no alcanza más que para el pasaje de regreso al trabajo y para un par de kilos de tortillas con salsa en la quincena. Hoy la gente está exigiendo el fin de ese modo de subsistencia tan salvaje al cual se les ha sometido. Nuestro movimiento, aún subsiste y hoy se dará paso a un gobierno más democrático, justo, equitativo y humano.

- Querido Hidalgo, la raza no sólo está en el Zócalo, desde mi ventana, en Iztapalapa, he visto desfilar, desde hace dos horas a miles de personas con los ánimos en su máximo nivel y todos se dirigen hacia el centro de la ciudad. Sin duda, hoy se inicia la construcción de un país realmente más libre.

- Allende, la emoción me sobrepasa porque quiere decir que la conciencia, el espíritu de libertad y no sometimiento que reinaban en 1810, siguen vigentes.

- Lo mismo pienso Hidalgo. ¡Estoy realmente emocionado!

- ¿Recuerdas Allende? Fue más de una década de luchas, guerras y batallas, como consecuencia del movimiento que iniciamos.

- ¡Claro Hidalgo! ¿Cómo no recordarlo? Si aún me pesan nuestras diferencias. Si no hubiera sido porque tú querías una independencia total de la Corona española, de modo que el pueblo se convirtiera en ejecutor de un nuevo país, y yo deseaba la restauración de Fernando VII para que ocupara su trono en México, no nos hubieran juzgado y fusilado y seguramente el acta de independencia no hubiera sido firmada por el grupo de los criollos con dinero, quienes fueron los que de manera inmediata se beneficiaron de dicha independencia.

- Supéralo Allende, ya lo hemos hablado. Nuestras diferencias quedaron en el pasado, vamos a seguir compartiendo nuestra vida eterna, no podemos seguir con esos recuerdos. Y sí, tienes razón. Si bien las situaciones cambiaron con nuestra muerte, no podemos desmeritar el trabajo que, a partir de la segunda etapa de la gesta independentista, hicieron hombres como José María Morelos y Pavón, un hombre tan inteligente que lideró el movimiento que ya habíamos iniciado, dirigiendo tanto a los insurgentes para mantenerlos en la lucha guerrillera en el campo de batalla, como también preparó el camino para la elaboración de leyes que permitieran una organización eficiente de los esfuerzos militares en el campo político.

- Tienes razón Hidalgo. Pero, no deja de darme coraje el hecho de que las clases que mayoritariamente salieron favorecidas por la consumación de la independencia y que vieron en la separación del poder español la posibilidad de beneficiar sus propios intereses, fueron las que en ese entonces constituían: la naciente burguesía capitalista, el clero y los militares. Máxime con el saldo de aproximadamente medio millón de muertos que dejo la lucha por la independencia, muchos de ellos pertenecientes a nuestro batallón de insurgentes.

- Por ese lado si me da coraje Allende, pues hubo muchos hombres y mujeres que entregamos nuestras vidas por obtener un país que no sólo se separara de España, sino que también tuviera mejores condiciones de vida. En este sentido, puedo mencionar dentro de la lucha militar a Nicolás Bravo, Hermenegildo Galeana, Vicente Guerrero y Guadalupe Victoria. Sin dejar de un lado a aquellos que impulsaron la primera organización legislativa del país: Andrés Quintana Roo, Ignacio López Rayón, José María Cos, Carlos María de Bustamante, José Manuel de Herrera, José Sotero Castañeda, Cornelio Ortiz de Zarate, Manuel de Aldrete y José María Ponce de León. Ambos grupos, los militares y los legisladores, mediados por Morelos.


Tara ran. Se escucha el sonido del mensajero.

- ... Allende, Alguien me habla en el mensajero, déjame ver quién es. ¡Órale, es Zapata! Hay que contarle lo que está ocurriendo en nuestro país. Seguramente se pondrá muy contento. Vamos a ponerlo en conferencia de tres. Te hablaré en otra ventana.

- ... .Buenas tardes, camaradas. ¿Cómo se encuentran hoy? – Saluda Zapata – Muy emocionados, responde Hidalgo. Los ideales y el espíritu de la independencia y también de la revolución se han mantenido luego de 200 años, la gente está enardecida, ya se cansó de la dinámica de subsistencia bajo la cual viven, hay gentes por todas partes. ¿Tú, te encuentras en tú ventana en Morelos? ¿Qué has visto desde allí? ¿Hay movimientos también allá? ¡Cuéntanos!

- Creo que la brisa ha acumulado todas las nubes desde sus ventanas. Me encuentro sobre reforma, pues no he podido conciliar el sueño ante tanta algarabía.

- ¿Por qué dices que nuestras ventanas están nubladas? ¿Cómo va el movimiento en la avenida Reforma? Seguramente, por la cercanía de esa avenida con el Zócalo, se deben ver multitudes también allí – Señaló Allende –.

- En efecto señores, hay multitudes de personas, tantas como hacía muchos años no se veían juntas. Hay gente cantando, con cientos de banderas y vestuarios típicos, pero sobre todo hay gente con mucha algarabía y se escucha un sonido estridente que no deja ni pensar. Pero, lo que los ha motivado a reunirse no son las causas que ustedes piensan, ni mucho menos ese sentimiento que ustedes tuvieron y el movimiento revolucionario tuvo, sino un llamado del gobierno de turno a celebrar los 200 años del inicio del movimiento por la independencia de la Corona Española y también el hecho de que en este año 2010 se cumplen los 100 años del inicio de la revolución mexicana. Lo que los ha unido no son las paupérrimas condiciones en que se encuentra el país en las áreas vitales o más importantes de la vida de los seres humanos, sino el festejo.

- Zapata, pero yo pude ver carteles de protesta y escuché a un grupo de personas que cantaban frases como: ¡No más guerras, no más delincuencia, no más explotación económica y laboral, somos mexicanos, somos humanos y como tales nos deben tratar! – Señaló Hidalgo –.

- Así es Hidalgo –afirma Zapata – algunos grupos de personas que no pueden creer cómo se despilfarra tanto dinero en festejos, habiendo tantas necesidades en el país han aprovechado la ocasión para alzar su voz y manifestarse en medio de la multitud. Sin embargo, la mayoría se encuentra festejando. Aún, pese a los problemas, no ha habido algo que genere exigencias más fuertes para quienes les gobiernan, porque existe bastante indiferencia y sin darse cuenta del poder que existe en cada uno de ellos, dan ante los problemas respuestas como: Ni modo o No podemos hacer nada para cambiar las cosas.

- No lo puedo creer, afirma Allende.

- Yo menos, señala Hidalgo.

- Así es señores, indicó Zapata, me la he pasado observándolos y preguntándome ¿Dónde está mi raza mexicana? Aquella que peleó conmigo para reducir las jornadas de 14 horas continuas, por la igualdad en el trabajo de hombres y mujeres y por las reivindicaciones de las tierras para los campesinos e indígenas, de modo que no estuvieran concentradas en unos pocos. Aquella raza que impulsó la primera Constitución social del Mundo, y por este espíritu concretizado, fuimos un país modelo para todos los demás. Desde hace 91 años de estar compartiendo con ustedes la vida eterna en este espacio, que algunos llaman cielo, he observado que mi raza mexicana sigue teniendo un espíritu de trabajo constante y de lucha por el día a día, pero es una lucha por la subsistencia diaria y a nivel individual, pues el poder y las riquezas, concentrado en pocas manos han hecho gala del uso de sus aparatos de Estado, tanto los represivos como los ideológicos (escuelas, iglesias, medios de comunicación, entre otros), con el objetivo de callar y someter a la población, mediante un consenso impuesto, es decir, sin que se den cuenta de que las cosas que hacen son las que quiere que haga el poder.

Las condiciones que existían en 1810, cuando inició el movimiento independentista de España, en 1910, cuando inició la revolución mexicana, y que existen en el 2010, son similares, pero en contextos históricos diferentes. No obstante, hasta la fecha el poder ha podido adormecer y neutralizar a las masas.

- Por lo mismo Allende y yo estábamos contentos Zapata, señaló Hidalgo, porque ante lo que veíamos de forma imprecisa, llegamos a pensar que la gente había despertado y que México, nuestro México hoy empezaba una nueva etapa histórica de lucha en la que los impuestos, la flexibilización de los estándares laborales que se ha realizado de forma desmedida, la inseguridad política y jurídica reinante, las carencias en los servicios de salud y de educación, las cantidades inimaginables de personas que se dedican a la economía informal y que no poseen seguridad social, los bajos salarios frente a los altos precios del mercado, la delincuencia, la mala distribución de las riquezas y la corrupción, así como muchas otras situaciones, hoy llegarían a su fin.

- Pues no, afirmó Zapata, aún no sé qué cosas más tienen que pasar para que inicie una nueva lucha que una a todos, no por un día bueno para uno o unos cuantos, sino por días buenos para toda la sociedad. Lo que sí, es que al menos nos recuerdan, ya que he visto como muchas personas cargan estandartes, banderas y globos con los rostros de Hidalgo, Allende y Morelos y otros muestran mi cara, para recordar a los personajes que lideraron tanto la independencia como la revolución mexicana.

- Bueno, esperemos que no sólo recuerden a las personas, sino los hechos y las causas que motivaron nuestro liderazgo, señaló Allende. No lo dudes, contestó Hidalgo, ten fe en que así es y seguro algún día esa será la inspiración que servirá para que se produzcan cambios reales y profundos en favor de la gente, de nuestra gente. Mientras tanto Allende, otros insurgentes y yo, seguiremos gritando desde acá arriba, para que las vibras lleguen a mis compatriotas, de modo que algún día haya una verdadera independencia del país por el que morí: ¡VIVA LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO! Y yo, junto a otros revolucionarios seguiremos gritando: ¡VIVA LA REVOLUCIÓN MEXICANA!

Con todo mi respeto, les comparto este relato, en versión de un breve cuento crítico, con rasgos históricos, a petición de una lectora del blog, de nacionalidad mexicana, quien me pidió que utilizara este medio para escribir algo al respecto de la indignación que sienten algunos mexicanos por los más de 200 mil millones de pesos que el gobierno mexicano tiene destinado para los actos de conmemoración del bicentenario de la independencia y del centenario de la revolución mexicana, habiendo tantas necesidades en el país y olvidándose de la esencia de lo que significó este día. Para todos aquellos que ven más allá de los fuegos pirotécnicos, mis más sinceras felicitaciones, pues tienen una historia muy rica en hechos que deben ser motivadores de cambios sociales.

Utilicé como fuente para los hechos históricos plasmados, el libro La Patria es impecable y diamantina (Lentes 3D para ver los centenarios), de Edgar Adrián Mora, México 2010.



10 comentarios:

  1. Querida Nelva:

    He disfrutado inmensamente este escrito.

    Si sigues así te vas a ganar un premio algún día.

    Me siento muy orgullosa por lo que has madurado.

    Sigue así que vas a llegar lejos.

    Un abrazo,

    Marcela T.
    Enviado el 15 de septiembre de 2010

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  2. Srta. Nelva,

    La he leído antes, pero no es sino hasta ahora que me atrevo a comentar.

    Como mexicano no puedo más que felicitarla por su cuento. El que nos haya traspolado a imaginarnos cómo pensarán en este momento nuestro próceres de la patria ha sido significativo para mí. No dudo que donde estén se estén preguntando un sin número de cosas y algunos tengan algún dolor de estómago fuerte, ante lo que ven hoy día.

    Yo, como seguramente ellos lo hacen, tal como lo señala en su escrito, muchas veces me he preguntado dónde está mi raza. Tan sólo anoche, el ver como la gente aplaudía al principal responsable de las muertes y la guerra que existe en México, me causaba indignación. Pero al leerla puedo comprender que hasta ese hecho se explica en lo que usted muy bien ha llamado el consenso impuesto, la gente hace las cosas sin saber por qué las hacen, pero aún así las hacen.

    En México vivimos en una guerra muy fuerte que ha dejado un gran saldo de víctimas inocentes, ese deberia ser un motivo de unión de los mexicanos,sin embargo, pareciera que no nos diéramos cuenta y actuamos con indiferencia porque todavía no nos ha tocado fuerte en la ciudad.

    Me siento orgulloso de haber nacido en esta tierra, pero también sé que tenemos mucho que crecer y que madurar como nación para así poder tener una mejor vida, pues yo que he tenido la oportunidad de viajar a otros países de Europa puedo ver cómo nosotros los mexicanos vivimos bajo el yugo de quien nos mande en ese momento, en cualquiera de las esferas que nos desarrollemos, y pese a eso, todavía con una sonrisa le respondemos diariamente "mande usted señor".

    Mis felicitaciones y espero que pueda seguir dándono sus impresiones de la vida como lo hace en este blog.
    Enviado el 16 de septiembre de 2010

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  3. Ing. Marcela,

    Muchas gracias por sus felicitaciones. Me da gusto que haya disfrutado de esta entrada.

    José,

    Que bueno que se haya animado a participar. Coincido en lo que usted dice. Lamentablemente el tema del sometimiento es algo que existe en nuestra América Latina, sin embargo, en unos países es más fuerte que en otros.

    Agradezco sus felicitaciones. En realidad cuando una lectora del blog me pidió que escribiera algo al respecto del festejo por el bicentenario y el centenario, sentí un poco de recelo en hacer este escrito, porque si bien es en forma de cuento está influenciado por lo que pienso de como percibo ua parte de la realidad mexicana en el contexto de los hechos que se celebran en estos días y como sé que el sentimiento de nacionalismo es muy fuerte y al ser extranjera no quería - ni quiero - que se malinterpretara. Pero, me alegra tener su opinión. Ojalá y pueda seguir participando.

    Saludos cordiales,

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  4. Hola Malvita

    No puedo dejar de escribirlo: Quedé maravillado al leer este relato!
    Casi hasta llegué a tener el primer pensamiento loco y atroz de que lo habías copiado íntegro de un columnista de algún diario local (México, claro)... Pero sabiendo que lo redactaste tú, como dije previamente, "quedé maravillado".
    Te felicito de manera efusiva, no solo por la manera magistral en que produjiste el relato, la genialidad con la que creaste ese chat ficticio o la originalidad con la que delineaste las ideas, sino porque tiene todo el sabor a ti: "la semilla de una crítica constructiva y objetiva que siempre te ha caracterizado y que ahora veo cada vez más germinada".
    Mis respetos, compatriota!!! Mujeres como tú son las que necesitamos de vuelta en Panamá, porque lamentablemente, creo que somos de Hispanoamérica el ejemplo histórico más atroz de cómo la burguesía criolla dirigió la independencia. Dejamos de ser esclavos de España para convertirnos en siervos y marionetas de los intereses económicos de los terratenientes en el interior, de los comerciantes en la posterior Ciudad Capital, y de los despreciables gobernantes de nuestro "hermano mayor" norteño angloparlante.
    Panamá, cuándo vendrá ese glorioso día en que nos independicemos realmente, con una verdadera emancipación popular? Cuándo despertará tu semilla campesina y marchará hasta la Capital para derribar estas torres de concreto, metal y cristal poseedoras de un corazón vacío y egoísta? Panamá, te deseo realmente independiente, y pienso que la inmensa mayoría de los mexicanos quieren lo mismo de nuestro querido gran hermano de sangre, México!!!
    Felicidades a ti Malvita, y a México por sus 200 años de autodeterminación!

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  5. Querido José Luis.

    Gracias por tú comentario. Coincido en que en Panamá muchos nos hacemos las mismas interrogantes de los personajes del cuento, porque la historia de América Latina pareciera que fuera una copia en todos los países que la integran.

    Me da gusto que hayas disfrutado el escrito.

    ¡Ah!Y deja de tener pensamientos locos, porque cuando lo loco de tú pensamiento ocurra, haré la salvedad - al inicio de la publicación - de que el escrito no es mío jajajaja.

    Saludos y un fuerte abrazo.

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  6. Nelvi, creo que estas empezando a saborear la esencia del escribir, que no es otra, que tocar los pensamientos y emociones de aquellos que te leen.
    Emy

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  7. Hola Mary,

    En primer lugar deseo expresar a los lectores y lectoras del blog que el conversatorio entre Hidalgo, Zapata y Allende, me gustó mucho, ya que el mismo apunta a la denuncia de las injusticias sociales que viven nuestros pueblos latinoamericanos.

    Además, deseo señalar que pese a los 200 años y los 100 de la revolución quedan algunas cosas que no han podido sepultar quienes tienen intereses de mantener los Tratados de Libre Comercio, tratados que constituyen uno de los factores que han agudizado la situación socioeconómica de México. Pero, por otro lado, la parte cultural que tiene México no la tiene ningún país latinoamericano y es loable resaltar, de igual manera la historia de nuestros aborígenes, (mayas, aztecas...) que aún permanecen en distintos sitios de México. Pienso que una cosa son los gobiernos y otra el pueblo, que lucha denodadamente para mantener su cultura.

    El cuento fue bien llevado para hacer reflexionar a las lectoras y lectores que no todo es celebración por celebración. Que hay un país que tiene problemas sociales, económicos y de seguridad, igual que el resto de Iberoamérica.

    Saludos, Nelva Reyes.

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  8. Hola, Nelva,

    te agradezco la mención a mi texto y qué bueno que te haya ayudado a plasmar una visión crítica de un proceso que se "celebró" sin reflexionarlo a fondo.

    Un saludo.

    É. A.

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  9. Muchas gracias a usted Édgar por permitirnos conocer otra visión y por obsequiar su publicación a los estudiantes de la Fes.

    Saludos cordiales y agradezco su visita a este blog.

    Saludos cordiales,

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