domingo, 15 de mayo de 2011

Aterrizar

Es desgarrar las vestiduras y sacar a flote el alma.
Es abrigar la fuerza de un huracán por dentro, cuando un extraño te desnuda con un par de palabras.
Es dejar de creer que existen mariposas, cuando ya se ven cansadas.
Es sentir la ligereza de las hojas y disfrutar el recorrido en el presente, sin culpas del pasado ni ficticias – futuras  pre ocupaciones.
Es renunciar a esperar en el ser amado lo que nunca hará.
Es mirarte al espejo con la naturalidad y transparencia del agua, sin excesivas pinturas ni asfixiantes corbatas.
Es no tener miedo de llorar hasta jadear tan fuerte como el sonido que hace el viento en su constante andar.
Es reír a carcajadas, hasta que el vientre se quede sin fuerzas y alegremente te diga ¡Para!
Es escuchar y atender inmediatamente lo que nos pasa en la intimidad del ser y expresar, si es necesario, lo que se siente, sin recelos ni aprensiones.
Es amar tan sincera y fielmente como un canino lo hace hasta el día de su muerte.
Es agradecer a la fuerza generadora de luz lo que eres.
Es ubicarte aquí y ahora y sentir la inseparable dualidad de la tierra, al ensuciarte con ella y experimentar su rudeza y su delicadeza.
Es aceptar lo que se tiene y  dejar de aceptar lo que ya no se quiere.
Es, por tanto y sobre todas las cosas, volver al origen en completa y absoluta libertad.

4 comentarios:

  1. Certero, bonito y sabio.
    Duele, cuesta y es difícil aterrizar, pero es necesario. Gracias por compartir lo que sientes, piensas y sabes.

    ResponderEliminar
  2. Nelvi me gustó mucho, el problema es que mi cessna ya perdió el tren de aterrizaje jejejej
    Muchos saludos, Emy

    ResponderEliminar
  3. Prof. Juan Castillo31 de mayo de 2011, 21:54

    Disculpa mi tardanza.- Reviso pocas veces mi correo. Mi familia y yo hemos leido tus aportes literarios con mucha atención. Esa vena te viene de familia. Estamos cerrando trimestre y sacando promedios. Uno de estos díasrecibirás mi llamada. ¡ EXITOS !

    ResponderEliminar
  4. Querido Prof. Castillo.

    No tengo nada que disculpar...pero sí mucho que agradecer, porque en días como hoy en que el estrés y la adrenalina por el fin de semestre están en su máxima expresión, me llena de regocijo leerle y saber que por medio de mis inquietudes, plasmadas en este blog, seguimos en contacto. Contacto que sin saberlo, se manifiesta porque un día
    de estos lo estuve recordando mucho por sus clases de biología, las cuales relacioné con unas cuestiones relacionadas con esta materia que estábamos hablando en la Universidad. Sin duda que aterrizar es volver también al origen de nuestro ser biológicamente hablando.

    Un abrazo con cariño y me hará muy feliz recibir su llamada.
    Saludos a usted y a sus familiares.

    ResponderEliminar