martes, 21 de diciembre de 2010

Las grandes batallas de mi vida

En la guerra permanente llamada vida, hay diversos tipos de batallas que hay que librar segundo a segundo para procurar − como bien dice Arjona − que el síndrome de la caducidad, que comienza desde que nacemos, llegue más tarde que temprano.

Hay batallas de diversos tipos: profesionales, familiares, amorosas, físicas, emocionales, entre otras, las cuales tendrán más o menos importancia dependiendo de cada uno de nosotros.

En lo personal, las grandes batallas de mi vida son aquellas que tienen que ver con mi salud tanto física, mental como emocional. No llevo la cuenta de cuántas batallas de este tipo he sostenido desde niña, pero lo que sí sé es que han sido muchas, con diversas manifestaciones y en ocasiones, constantes.

Pareciera que los virus, bacterias o enfermedades combatientes no cesan en perfeccionar la técnica de los ataques contra mí, y si bien han sido inteligentes al decidir atacar objetivos fundamentales para que no pueda seguir en la guerra, como lo son: el estómago, los riñones, las vías respiratorias y los pulmones, la fortaleza de mi sistema inmunológico y de mi cuerpo delgado, estereotipado – erróneamente − muchas veces de frágil, han hecho que hasta el momento haya podido superar cada una de las batallas con las que me he enfrentado. Pues pese a que en ocasiones mi armadura se encuentra cansada, pues no ha terminado una batalla cuando empieza la otra, o pese a que la más importante de mis soldados, la mente, me traiciona constantemente, he tenido que aprender a aceptar ayuda externa cuando no he podido sola y ha sido así, como en tiempos difíciles, con ayuda de otros, he librado varias batallas.

Alguna vez un conocido me indicaba que ya debía estar acostumbrada a estar en medio de la batalla llamada enfermedad, no obstante, yo que soy amante de la paz y de la tranquilidad, puedo decir que una nunca se acostumbra a sentir dolor de ningún tipo ni a sentirse indefensa en espera de que los proyectiles con los que ataque a mis contraatacantes, proyectados en forma de inyecciones, jarabes o cápsulas, sean tan fuertes que me permitan seguir de pie. Asimismo una no se acostumbra a que pese a que la mayor parte de la guerra, me encuentro en buen estado de salud, en paz y en tranquilidad, se me recuerde por los momentos en los que he tenido que librar fuertes batallas de salud, con expresiones tales como ¿Y ahora qué te pasó? Otra vez enferma. Es la racha de las enfermedades del año. Siempre estás enferma, etc. Pues ninguna de estas expresiones contribuye a mi guerra.

Hoy me encuentro desde mi trinchera, desde mi cama, saliendo de otra cruzada que seguramente se sumará a la lista de las grandes batallas de mi vida y al sentir los efectos de las hostilidades que se libran en mi interior cuando los proyectiles que me han recetado hacen su trabajo y atacan la enfermedad, produciendo fuertes escalofríos, puedo comprender, aceptar y dar gracias porque dichos efectos me indican que estoy viva, haciendo mi lucha y con ganas de seguir en medio de la guerra llamada vida, aún cuando sé que aún me faltan muchas batallas más que librar, antes de que el síndrome de la caducidad llegue a su fin.

“El Guerrero de La Luz celebra hoy su victoria de ayer para tener más fuerzas en la batalla de mañana” P. Coelho.

8 comentarios:

  1. Hola Nelvita: Qué mal te aqueja? Pues mira que tu no estas sola en estas batallas. A mi me ha tocado contribuir con lo propio; no obstante, me levanto y sigo luchando por el pequeño ser que significa la continuidad de mi vida. En mi familia soy la que se gano la loteria completa con todos los achaques de vieja que siempre arrastro. Como dice el Neumologo de mi hijo parece que nos concibieron apuraos debajo de un palo. Ja, ja, ja mejor reir que llorar que siempre vamos a encontrar otras personas que sufren guerras y no batallas como nos ha tocado a ambas. Que te recuperes pronto para que puedas disfrutar de unas Felices Pascuas. Un abrazo, MT

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  2. Hola amiga, se que pasas por una situación difícil y también se que has librado muchas batallas.

    Me da gusto el saber que puedo contar con alguien como tu y me da orgullo el poder decir que eres mi amiga, por que eres una persona valiente y tenaz.
    Nelva como bien lo dices en esta vida se libran mil batallas de todos tipos, pero puedo decir que no todos salen airosos de esos enfrentamientos, solo la gente con carácter y los ángeles que dios envía a esta tierra (como tu)son vencedores.
    Tu eres fuente de inspiración para simples mortales como yo, por eso se que esta batalla saldrás vencedora así como lo has hecho tiempo atrás y como lo seguirás haciendo en un futuro.
    Querida amiga quiero que sepas que nunca estarás sola, aquí tienes a tu fiel escudero que te ayudara en cualquier cosa, para después poder disfrutar de tu hermosa compañía y poder recordar aquellos momentos que te formaran como la persona tan extraordinaria que eres.
    Por ultimo amiga agradezco a dios por el maravilloso don que te dio de la escritura, el saber que lo haces por lo menos es síntoma de que te encuentras mejor y eso me llena de felicidad. Cuídate mucho y se que nos veremos pronto.

    Con mucho amor, cariño y admiración, recibe la buena vibra que este humilde servidor te envía.
    Se despide de ti tu gran amigo.

    Adolfo Gonzalez

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  3. Gracias por sus palabras y sus buenos deseos.

    Un abrazo con cariño,

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  4. Primera vez que me meto a tu blog y lo hago con mucho gusto , disfruto de compartir con gente sensible y perceptiva ( tu eres una de ellas ).
    No estaba enterado de toda esa tendencia enfermiza que te aqueja , me da gusto que al final de cuentas siempre sales victoriosa .No te preocupes , tengo el presentimiento de que tu fecha de caducidad es aun muy lejana .

    Larga vida para ti

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  5. Hola Víctor.

    Que gusto tenerte por aquí. Agradezco mucho tú comentario y tus buenos deseos.

    Un abrazo con cariño.

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  6. Hola Nelva...
    Cuando la Ingeniera compartió tu exquisito mensaje, por un instante, me ví reflejado en él.

    Al levantar la mirada, me percate que Dios da a cada cual lo que pueda resistir y siempre está con nosotros, pero que sobre todo, cuando nosotros estamos con él, no importan cuantas sean las batallas o las guerras, Siempre, siempre éstas son mucho más soportables.

    Dios te bendiga y te dé salud, ánimo y voluntad para seguir adelante.

    Saludos
    Vicky

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  7. Nelvi que te mejores.... envuelve la peste en papel regalo y mándala, no importa a donde, sólo dejala ir....
    Emy

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  8. Muy cierto Vicky. Gracias por tú comentario.

    Gracias Sra. Emilia, seguiré su consejo y se lo pediré a los Reyes.

    ¡Saludos!

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