Mis ojos no quieren saber
de ordenadores ni de deberes
ellos sólo anhelan contener
coloridos atardeceres.
Mi alma añora disfrutar
del cantar de las olas
y en ellas naufragar
sin el peso de las horas.
Mis oídos abrumados están
del silencio que los arrincona,
ellos ansían mucho más
la música que los apasiona.
Mi mente demanda reposar
como las boyas del mar,
avistar el infinito y descansar
sin nada que la pueda turbar.
Muy lindos versos, Saludos
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