miércoles, 20 de diciembre de 2017

COMENTARIO SOBRE EL REGGAE LA CHAMA Y OTROS

Hoy el sensacionalismo de un titular de un periódico del patio llamó mi atención. El titular era sobre un reggae llamado La Chama, que como no es de sorprenderse no había escuchado.

Aclaro, no escucho reggae, no porque no me guste el ritmo, sino porque salvo intérpretes en peligro de extinción, las letras me ofenden como mujer, por lo que cuando escucho música, paso el dial sin pensarlo para no incrementar el rating de los retrógradas que lo cantan en Panamá.

Viendo la noticia en el diario digital aparecen varios vídeos en donde el apodado Mr.  Saik está en una presentación a tope y advierte querer interpretar La Chama y pregunta al público, que era bastante grande, y el cual estaba conformado por un alto porcentaje de mujeres, si él había ofendido a alguna mujer con su canción, a lo que el público responde, en coro,  que a ninguna. A lo cual el pretendido reguesero afirma con orgullo que ha hecho otras canciones y nunca han ofendido a nadie. ¡Plop!

En eso, un ser humano, una mujer venezolana, muy valiente por cierto, para enfrentarse contra toda una discoteca, alza su voz y le grita "Falta de respeto, abusador, desgraciado".  Y como era de esperarse todo el mundo se va en contra de ella y le gritan ¡fuera! ¡FUERA!

La mujer venezolana rompe en llanto de la impotencia y sollozando va saliendo del lugar diciendo,  entre otras cosas: "No es un juego, ustedes no saben lo que se siente".

Luego de ver esto, mi pregunta es ¿hasta ese momento nadie en ese abarrotado lugar pudo sentir el dolor y la indignación de una mujer, que más allá de cualquier lugar de origen del cual provenga, estaba indignada con una canción insultante en donde este tipejo afirma que todas las venezolanas están paradas en una esquina, vendiendo su cuerpo y en donde, como es su costumbre, ubica a las mujeres - EN GENERAL-  como un objeto sexual?

Realmente es aberrante  que sigamos aplaudiendo, celebrando y defendiendo a seudo artistas, sin talento, que necesitan recurrir a la bajeza de la ofensa, la denigración del sexo de su madre, y el resentimiento contra otra nacionalidad, creado producto de la incapacidad de nuestros gobiernos por tener una política migratoria efectiva.

Es tan bajo el que escribe letras como esas como el que las canta, las baila y las celebra. Gracias a letras como esas seguimos propagando el machismo, la violencia y la minusvalía emocional de nuestra juventud y de la población en general.

Estado panameño: necesitamos regular y censurar YA las letras que se propagan en nuestra radio sin ningún tipo de control. 

2 comentarios:

  1. Te quedó excelente.

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  2. Excelente punto de vista el de usted licenciada. Muy atinadas sus palabras . Saludos.....

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