Desde el 10 de abril de 2009 entró a regir en México la Ley que obliga a los particulares a registrar su número de teléfono y su chip en el Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (Renault), el argumento del Estado para justificar la Ley, sin duda es contundente a primera vista, más con el apoyo de todos los medios de comunicación social en donde – la mayoría del tiempo – solo se permite la publicidad y los debates mediatizados con sus argumentos, como si fueran la única razón, ya que su discurso ha ido en función de mejorar la seguridad pública del país, evitar las extorsiones, secuestros y otros delitos que se cometen mediante el celular. Y como diariamente se publica información sobre la delincuencia organizada, pintándola como el delito que más se comete en este país, lo cual no es cierto, pues éste representa un porcentaje mínimo en relación con los delitos comunes; el Estado logra obtener un gran consenso de parte de aquellos subordinados y subordinadas que no se dan a la tarea de buscar más allá de lo declarado por sus autoridades como verdad.
Ahora bien, ¿Qué hay detrás de la norma declarada? Porque debemos tener en claro que todo discurso declarado a su vez posee un discurso no declarado.
Daré respuesta a esta interrogante de la siguiente forma:
ORIGEN
El origen de esta Ley responde a una política internacional impuesta por el súper poderoso del continente, en su lucha de control - porque no se le puede llamar de otra forma - contra el crimen y la delincuencia organizada. Es decir, éste no es un hecho aislado que le pertenece sólo a México. Ya en Bolivia se implementó y de hecho tienen hasta mayo para registrarse; por su parte, en Panamá en este mes se aprobó el Decreto de Gabinete que autoriza los registros. Estos son dos ejemplos más de los países que están cumpliendo esta norma. Por consiguiente todos los países dependientes del súper poderoso deben adecuarse, obedecer y ponerse en sintonía con él.
Esta adecuación, no viene de ahora con esta Ley, sino que es una cuestión de arrastre, y este es solo uno de los puntos de toda una agenda completa que los países latinoamericanos deben cumplir.
Así por ejemplo, no es casualidad que todos los países latinoamericanos hayan estado incorporando en sus legislaciones, normas contra la delincuencia organizada. En México, por ejemplo, el diario oficial de la Federación publicó el 7 de noviembre de 1996, la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada, y ello conllevó a una serie de cambios a nivel constitucional porque a través de esta Ley se permite la violación de garantías fundamentales que recogía el Estado Moderno y que tanto costó legitimar a lo largo de la historia. De hecho, dicha Ley es el lobby y las bases para la promulgación de otras normas, como las del Registro Celular, que dan pie para la vulneración de dichos derechos.
DERECHOS Y GARANTÍAS INDIVIDUALES QUE SE VULNERAN
La información que manejará el Renault es el nombre de usuario, sean éstos empresas o personas naturales; domicilios; historial de llamadas y comunicación establecida con voz vocal, conferencia, datos, reenvío o transferencia de llamadas, mensajes cortos o servicios multimedia. Toda esta información la guardarán por dos años.
Es decir, para aquellos que no lo sabían, no se trata solamente de dar su número de teléfono y nada más, se trata de decirles al Señor Estado, sabes qué, no me interesa mi derecho a la privacidad, a la intimidad y a poseer comunicaciones privadas, derechos estos consagrados en la Constitución (En el caso de México en el artículo 16 de la Constitución Federal, en el caso de Panamá en el artículo 29 de la Constitución), de modo que puedes saber quién soy, como pienso, siento y quiénes son mis redes de amigos, amigas, familiares, etc. Se trata de ceder nuestra libertad e intimidad al Estado, mediante una empresa privada. Y esto último, es preocupante, porque ya no se trata siquiera de que el Estado utilice nuestra información, sino de que empresas privadas la posean.
Y es que como lo señalaba arriba, esta Ley tiene en parte su fuente en la Ley Federal contra la delincuencia organizada, y es precisamente, a través de este instrumento tan poderoso, como lo son las comunicaciones, que se podrá cumplir a cabalidad el espíritu nefasto y subjetivo de dicha ley. Ejemplo de esto son las normas – contenidas en la referida Ley - que expresan la posibilidad de darle al Ministerio Público luz verde para iniciar una investigación por la sola sospecha, norma esta que violenta la seguridad jurídica y la presunción de inocencia, ya que si X tiene apariencia de estar inmiscuido en la delincuencia organizada (Y esto puede ir desde subjetividades como la ropa, la forma de caminar, el color, etc), es sujeto – objeto de investigación, sin que hubiera cometido ningún ilícito; o si X se comunica con Y de una forma considerada por las autoridades como sospechosa, mediante su celular, también puede ser sospechoso de pertenecer a la delincuencia organizada. Y he de decir que a este tipo de delitos, se le impone inmediatamente prisión preventiva y se suspenden las garantías y derechos que poseen los procesados por los delitos comunes.
Es decir, la Ley del registro de celulares facilita el cumplimiento de dispuesto en la Ley Federal contra la Delincuencia organizada (Así se llama en México, pero el contenido es prácticamente el mismo en todos los países), al poseer datos personalísimos como nombre, domicilio y hasta la grabación de todo tipo de las comunicaciones.
OTRAS POSIBLES CONSECUENCIAS DEL REGISTRO
Viendo este tema, ya no en el ámbito estrictamente formal ¿El que la empresa privada posea toda nuestra información es garantía de que no nos extorsiones o secuestren? ¿Qué ocurriría si se invierte la finalidad y si esta información es proporcionada para fines ilícitos?
Cuando se ha visto que hay una crisis institucional en donde la delincuencia organizada a permeado las instituciones públicas. ¿Qué nos hace pensar que no a las privadas? Y precisamente por esa penetración de la delincuencia organizada en los diferentes ámbitos de la sociedad, es que nuestra información confidencial no es segura en sus manos. En otras palabras, al poseer nuestra información y datos personales, podemos realmente ser sujetos - objetos de la delincuencia organizada, porque con los mecanismos tecnológicos de rastreo de celulares, en donde se puede identificar el posicionamiento del mismo y por tanto de quien lo controla, sabrán donde nos encontramos de forma inmediata.
Otra de las posibles consecuencias que puede generar este registro es que si ya, hoy día, entre las empresas privadas hay convenios en los cuales se intercambian sus bases de datos y nos atosigan con llamadas constantes, con esto se podrán intercambiar incluso datos estrictamente confidenciales.
IMPOSICIÓN
Resulta interesante ver cómo a raíz de esta norma los Estados hacen gala de su espíritu autoritario, en la medida en que este mandato se realiza no como forma voluntaria de los usuarios, sino como una imposición, en donde se nos amenaza con cortarnos la línea si no registramos nuestros celulares en la fecha indicada. Si el real espíritu de la norma fuera mantener la seguridad de la población, se dejaría a discrecionalidad de los ciudadanos el que queramos ser protegido o no. Sin embargo, hoy día, con esto de la lucha de control, los ciudadanos y ciudadanos tenemos que ceder nuestra voluntad, de modo que sea el Sr. Estado y las clases dominantes quienes decidan por nosotros.
Es importante indicar, que es fácil tratar de engañar a la población indicando que esto es con el objetivo de garantizar la seguridad, pues no tendrían por qué conocer las leyes. Pero hay que advertir que siempre ha existido una excepción constitucional de que las comunicaciones pueden ser interceptadas para fines judiciales, siempre y cuando medie autorización judicial. Ahora, se está haciendo que la excepción sea la regla, de modo que se elimina este derecho, ya que de manera permanente se intervendrán las comunicaciones sin necesidad precisa de que medie un fin judicial de por medio.
A la fecha, faltando 18 días para vencer el plazo de registro en México, solo se ha registrado el 50% de los 83 millones de personas que poseen una línea telefónica en este país. Se espera que esta cifra aumente a un 10% más en los últimos días, es decir que se registren sólo el 60% de los teléfonos celulares. Por lo que el 40% de la población quedará sin registrarse y según lo anunciado, le deben cortar la línea, lo que representaría para las compañías telefónicas pérdidas de 243 millones de pesos diarios, es decir, alrededor de 20 millones de dólares diarios. ¿Creen que dichas compañías estarían dispuestas a perder esta cantidad de dinero? Es uno de los negociones más millonarios y – esto sí - realmente extorsionadores de la sociedad post moderna.
Finalmente, para aquellos usuarios que ya se registraron o que piensa hacerlo, ya saben que deben tener control en las comunicaciones que tienen, pues todo – absolutamente todo – será grabado y puede ser utilizado en su contra. Y para aquellos, quienes como yo – no pensamos registrar nuestro celular – a partir del 10 de abril, nos comunicaremos por internet y teléfono público, como antes, lo cual no nos causaba mayores problemas. Esto, siempre y cuando las compañías telefónicas estén dispuestas a perder esas sumas de dinero, yo no lo creo y de ser así, al menos me alegrará saber que existen 30 millones de personas en este país que no actúan de manera autómata y que no estaremos controladas mediante un chip, además, tendré un gasto menos J
A mis amigos y amigas de Panamá esto es lo que se les viene a partir de la publicación de la Gaceta Oficial del Decreto de Gabinete aprobado recientemente.
¡Saludos!
Solamente Brillante!
ResponderEliminarTe felicito por el análisis tan completo.
Un abrazo,
Marcela T.
Gracias Ingeniera.
ResponderEliminarLa verdad es que a mí se me enerva la sangre con estos temas, pero más me molesta el apaciguamiento y adoctrinamiento de la gente.
Luego nos quejamos de que no tenemos derechos y libertades, pero todo lo aceptamos con los ojos cerrados, nos quejamos cuando es demasiado tarde.
¡Saludos!
Continuación al comentario anterior:
ResponderEliminarMejor dicho, todo lo aceptamos con los ojos abiertos. Y después pretendemos quejarnos.
Nosotros en Panamá vivimos una dictadura y toda nuestra vida estuvo controlada. Por eso me pregunto ¿si queremos volver a eso?
Hay países que no han vivido dictaduras, pero pareciera que no les importara tener que vivir esa experiencia.
El Estado busca mecanismos para legitimar y crear leyes que sienten las bases para regímenes cada vez más autoritarios y hasta dictatoriales.
Saludos!
Muy buen artículo,
ResponderEliminarSaludos
Yiya.
Y por supuesto, tenías razón:
ResponderEliminarhttp://www.eluniversal.com.mx/notas/668434.html
http://www.eluniversal.com.mx/notas/668403.html
Felicidades, Nelva. No solo escribes fenomenalmente bien... Tu mente es además muy aguda; muy clara. Y tus principios, impecables. ¿Qué más te puedo decir?... Saludos.
Jajaja Los – aproximadamente - 20 millones de dólares diarios que iban a dejar de percibir las empresas de telefonía móvil mermaron el interés de mayor seguridad para la ciudadanía. No se le puede llamar de otro modo que cinismo y descaro.
ResponderEliminarEsto refleja cómo cuando la gente es autoconsciente y no se deja imponer las cosas, a quienes detentan el poder no les queda otra cosa que echar para atrás y en muchos casos rectificar, porque no obtuvieron legitimación.
De igual forma queda evidenciado como los intereses económicos de los sectores dominantes son quienes determinan el norte de la vida de los países.
Ojalá, una vez el senado apruebe la prórroga de un año más para el registro - solicitada por las empresas de telefonía - como es probable que ocurra - la gente no se deje presionar y mantenga su decisión de no registrarse, porque estoy segura que ahora es cuando los MCS harán su labor de presionar a la ciudadanía.
Dr. Cantero, gracias por los links de los periódicos, no los había visto. Le agradezco también su comentario y sus apreciaciones de mi persona, viniendo de usted – quien conoce mi forma de pensar y sentir de una forma un tanto más profunda y fuera de mi esfera estrictamente personal – me llena de mucho regocijo.
Saludos cordiales,
Muy buen analisis y yo me sumo al 40% de los que no lo vamos a registrar.. no es justo y lo que mas me preocupa es el mal uso de la informacion, que en las dependencias de gobierno es muy comun..
ResponderEliminarAsí es Alex,el manejo de la información es de los puntos más delicados de esta imposición.
ResponderEliminarGracias por tú comentario.
Saludos,
Sin duda hay planes de estudios de mercadeo detras de esto y eso seria lo menos grave, me parece correcto todo lo que menciona el autor y me uno a los que no regalaremos nuestra privacidad
ResponderEliminarSaludos!!
ResponderEliminarTampoco registraré mi celular :D Interesante análisis.
Anónimo: Estoy de acuerdo de que es uno de los objetivos de todo esto.
ResponderEliminarFoca de la Tundra: Me gustó tú blog.
A ambos gracias por opinar.
Veremos qué pasará mañana, ya hay un amparo de inconstitucionalidad de esta Ley, ya Movistar dijo que no cancelará el servicio y Telcel, fue más comedido y dijo que no se cancelarán todos de un solo golpe. Sino que será paulatinamente...
Amanecerá mañana y veremos qué ocurre.
Pero, que bueno que hay quienes nos mantenemos en no regalar nuestra privacidad.
Saludos!
Hola, Nelva me llego en un mail,tu artículo y luego me puse a buscarte y te encontré... Me da gusto encontrar gente que piense, aspi ya me estaba asustando y creía que siempre me andaba peleando con el mundo, veo que no, lo que pasa es que estamos repartiditos para alzar la voz. Yo igual soy una persona más que no se registro, por otro lado que sepan que hay una asociación que envio un formato de amparo para cuando en un momento determinado se cancelen las líneas.
ResponderEliminarrecibe un abrazo y será un honor contarte como una amistad.
saludos victoria
Hola Victoria.
ResponderEliminarGracias por tus palabras. Pienso que como dices, hay muchas voces, pero cada vez son más silenciadas y tachadas de cualquier nombre, que pueda generar temor y menosprecio ante los demás. Sin que estos (los demás) entiendan realmente qué es lo que ocurre y simplemente se adhieran y hasta que no se vean ya afectados entonces si querer cambiar las cosas, cuando ya es demasiado tarde.
Pues, como diría Viviane Forrester, en su libro El Horror Económico, el grave problema es que hoy día hay mucha indiferencia y no hay un sentido de comunidad, lo que permite la adhesión masiva a ciertos regímenes y parámetros.
En lo personal, no creo que hago mucho, en relación a otras personas, tan solo he abierto este espacio porque frente a mi impotencia ante muchas cosas, prefiero escribir para que, quienes lo leen, que noto con alegría que cada vez son más, puedan conocer otra opinión, la cual se plantea sin pretender estar en lo cierto, sino con el ánimo de compartirla, si es posible discutirla y de ser el caso rectificarla.
Escuché en las noticias algo sobre la interposición del amparo. No sé si sea el que preparan en la asociación que mencionas, pues me pareció que lo manejaron a nivel de una abogada particular, pero estoy la orden si se requiere ayuda. De hecho, tengo que hacer una investigación al respecto, para mediados de mayo, tal vez algunos de los hallazgos que encuentre pueda serles útil.
Nos seguimos leyendo.
Saludos cordiales,