martes, 26 de octubre de 2010

Los puntos cardinales de tú rostro

Un cuarto de metro cuadrado es la dimensión promedio de esa cubierta de terciopelo, color miel, que se extiende a través de los cuatro puntos cardinales de tú semblante, sirviendo de hábitat a un cúmulo de características que permiten que otros mortales te identifiquen y te nombren.

Al norte se han posado dos acolchonados y frondosos arbustos, guaruras y fieles protectores de ese par de zigzagueantes y traviesas luciérnagas que son faro y guía de la vida que representas y que a su vez son motivo de mi inspiración y fortaleza. En la quietud del descanso sé que albergan el espíritu y el vigor de un león y cuando se encienden son las ventanas que me transportan, en la velocidad de un cometa, a un mundo seguro e insospechado por muchos, que ha siso reservado para mí.

Las inquietas luciérnagas encuentran su asiento sobre dos pómulos sobresalientes que me recuerdan el umbral de tus raíces, de tú historia. Y en medio, sirviendo de eje, reposa el canal que te permite inhalar y espirar, de forma ininterrumpida, esa dualidad de gases que al mezclarse se transforman en la ambrosía que sirve de combustible a tú vida y que a mí me indica que existes.

Al sur, se ubica ese par de líneas paralelas que unidas, forman la media luna que alimenta tú organismo y al mostrar sus alas extendidas, siento el andar contento de un montón de hormigas en mi cuerpo, avivando mi alma y enterneciendo mi espíritu, pues esa media luna extendida se convierte en la mejor creación artística que mis sentidos hayan podido percibir.

Al este y al oeste coexisten pequeños espirales seccionados, con diseño y elegancia jónica, guardianes silenciosos del sonido, que fueron de los primeros testigos directos de mi arribo, porque al principio, el contenido de mi corazón ardido tocó el tuyo por medio del eco producido por mi voz.

De norte a sur, de este a oeste se ensambla una línea imaginaria semi circular que hoy tiene la textura del terciopelo, pero que me gustaría ver los cambios que el tiempo le generará al convertirla en crinkle, porque es el plano cartesiano de tú rostro el que siempre, siempre, quiero ver.


2 comentarios:

  1. Nelvita cómo es posible que escribas tan hermosamente? Definitivamente que Dios te ha querido bendecir con semejante talento!

    Bendiciones para ti.

    Un abrazo,

    MT

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  2. Gracias por su comentario Ing. Marcela.
    Que Dios también siga bendiciendo su vida grandemente.
    Un abrazo.

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