miércoles, 26 de mayo de 2010

Homofobia, a la luz de un enfoque sociológico de los Derechos Humanos


A continuación copio de manera textual un pequeño ensayo - reflexivo que tuve que realizar en una de mis clases de maestría, acerca de la homofobia, dado que en los últimos días este ha sido un tema tocado en los medios de comunicación social de México y considero importante tomar conciencia acerca de este mal que está afectando a varias familias que pierden a sus parientes por la no aceptación de quienes tienen orientaciones sexuales distintas.


Introducción


Uno de los sectores sociales excluidos, estereotipados y discriminados por tradición han sido los integrantes de la comunidad Lésbica, Gay, Bisexual, Travesti, Transgénero y Transexual (LGBTTT), los cuales a lo largo de la historia han sufrido innumerable cantidad de vejámenes por el odio y la no aceptación que otra parte de la sociedad tiene en contra de ellos.


Por esta razón y, siendo que a lo largo del curso, tanto en la parte introductoria como a través de las lecturas analizadas, estudiamos la importancia del enfoque sociológico de los derechos humanos en la elaboración de una política criminal, siendo que ésta no puede desconocer aquellos aspectos sociales, pues es y debe ser dirigida precisamente desde y hacia la sociedad, he seleccionado el tema de la homofobia para hacer la reflexión sobre uno de los aspectos que debe incluir una política social, que a su vez incluya una política criminal y que en su conjunto coadyuven a prevenir y erradicar la discriminación sobre este grupo social.


No obstante lo anterior, así como el tema de la homofobia, tema objeto de este ensayo, se pueden analizar desde una perspectiva similar a la que he elegido, otros temas de grupos que la historia a dado fe de la vulneración a sus derechos, como lo la mujer, niñez, etnias, entre otros. Además, debo advertir que si bien elegí el enfoque sociológico a la luz de los derechos humanos, debido a la multidisciplinariedad con la cual intervienen otras disciplinas del saber, a lo largo del ensayo se entrelazan los otros enfoques estudiados durante el curso.


Reflexión - Contenido


La base fundamental de los derechos humanos la constituye la libertad, la igualdad y la fraternidad. Derechos heredaros desde la Revolución Francesa. Por estos derechos, los seres humanos tienen la potestad de decidir su autorrealización y logro personal de la forma como así lo deseen, sin ningún tipo de presión. En este sentido, el artículo 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de 1948 reafirma lo indicado y establece que todos “los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”. Consecuente con esta disposición el artículo 2 establece que dicha libertad e igualdad se debe ejercer sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”.


No obstante estas disposiciones, adoptadas entre otros países, por México, contrario a ser respetadas, al momento de ser invocadas, han generado exclusión y graves violaciones cuando se trata de ciertos grupos sociales como los que en este ensayo nos ocupa, es decir los pertenecientes a la comunidad Lésbica, Gay, Bisexual, Travesti, Transgénero y Transexual (LGBTTT).


La razón principal a la que se le atribuye estas violaciones a los derechos humanos, es que dichas disposiciones han sido proclamadas bajo el prisma de la universalidad y la generalidad de los seres humanos, desconociendo así las particularidades y especificidades de la sociedad, que a su vez representan la diversidad y la heterogeneidad del mundo que vivimos. Es decir, la ley creada desde la perspectiva del hombre – varón, al instaurar reglas institucionaliza, no sólo las conductas que serán aceptables para el resto de la sociedad y cuál comportamiento es legítimo o ilegítimo, sino que va creando formas de pensar que establecen “lo que será considerado por el común de la gente, racional o irracional, objetivo, científico y universal versus subjetivo, acientífico y particular. Tal vez, más peligroso aún, hasta puede determinar qué será considerado natural y qué no”[1]. Generándose así discursos de verdad por quienes tienen poder para incidir en las conciencias de los asociados, de la cual no escapan los agentes del sistema penal, principalmente los agentes policiales y ministeriales, primeros contactos de la sociedad al momento de querer invocar la protección de un derecho vulnerado.


Esta situación sin duda, genera una condición de desigualdad y propicia, como se mencionó, abusos y violaciones a la dignidad de la comunidad LGBTTT, es decir situaciones de violencia. Dichas situaciones de violencia abarcan desde la discriminación sutil y la hostilidad cotidiana de los agentes del gobierno, hasta la prisión inmediata, la tortura y la ejecución. Además, la comunidad LGBTTT no sólo es víctima de las violaciones de derechos humanos clásicas, sino también de abusos ideados específicamente diseñados para ellos, como son las medidas que tratan de cambiar forzosamente su orientación sexual[2]. Cabe señalar que las mujeres lesbianas sufren un doble peligro, ya que son vulnerables por ser mujeres y además son marginadas y estigmatizadas por su orientación sexual.


En el Distrito Federal, estas manifestaciones de violencia contra la comunidad LGBTTT, generados por la homofobia, es decir, el odio o la aversión a las personas con orientaciones sexuales distintas a la heterosexual han tenido un número considerable en los últimos años, en lo que se refiere a las ejecuciones. Así se tiene que de acuerdo a la organización civil Letra S, de 1995 a 2008 en 26 Estados de México, se registraron 640 muertes de homosexuales, lesbianas y personas transgénero motivadas por el odio, siendo el Distrito Federal la entidad con mayor número de casos, ya que hubo 143 asesinatos, de los cuales 109 fueron contra hombres, 29 contra personas transexuales, transgénero, y travesti, así como cinco contra mujeres[3]. De estos asesinatos se observan algunas características que predominan en los casos. Entre ellas están que: la mayoría fueron realizados en los domicilios de las casas de los asesinados y con armas blancas. Además, en algunas ocasiones las personas fueron mutiladas.


Cabe advertir que estos datos fueron hallados en los medios de comunicación social, ya que las autoridades, ignorando el tema, no tienen registros acerca de los crímenes que se dan por razón de homofobias o discriminación, es decir no llevan datos estadísticos de forma clasificada ni un perfil de las motivaciones ni de los delincuentes[4].


Lamentablemente, el no poseer una aceptación de la diversidad en la sociedad hace más difícil el reclamo de los vejámenes mencionados, ya que un alto porcentaje de estos casos quedan impunes por ser minimizados en relación a otros.


Ahora bien, ¿De qué forma podrían evitarse los crímenes motivados por sentimientos homofóbicos?


Si bien se han dado avances a nivel de la legislación mexicana, en lo relativo a la comunidad LGBTTT, como por ejemplo La Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación; la Ley que aprueba los matrimonios entre personas del mismo sexo en el Distrito Federal; y, el hecho de que el Código Penal del Distrito Federal incluya los delitos contra la discriminación, entre ellas las relativas a la condición sexual, no se puede pretender que las leyes resuelvan los problemas sociales, por ello es necesario implementar una política social integral que permita orientar a la ciudadanía acerca de la importancia que tiene el reconocimiento, la aceptación y la conciencia plena de las diferencias en una sociedad tan diversa como la que vivimos. Dicha política social – integral debe poseer las siguientes aristas, dirigidas a evitar y prevenir la discriminación y los delitos en contra de la comunidad LGBTTT:


ü Educación


Una educación ofrecida desde los primeros años de los seres humanos, basada en el respeto a los demás, en la tolerancia, en la igualdad, en la sexualidad responsable, en el entendimiento de la pluralidad, la diversidad y la interculturalidad como hechos normales que no deben ser objeto de burla ni de pena, constituye un elemento esencial que debe estar inmerso en una política social integral destinada a evitar y prevenir la discriminación de la comunidad LGBTTT, ya que es a través de la educación, mediante la cual los seres humanos logran abrir sus mentes a nuevos horizontes, sin cerrarse en ideologías arcaicas y a tabúes de ningún tipo, que lo único que hacen es generar exclusión, discriminación y violaciones a la dignidad de las personas.


Para lograr esto, a través del Estado y más concretamente la Secretaría de Educación, se deben incluir, los referidos temas, en los libros de estudio desde los primeros años de escuela, de modo que loes estudiantes puedan ir comprendiendo cuál es el significado real y no desvirtuado por el morbo, de cada una de las personas que pertenecen a la comunidad LGBTTT y a partir de dicho conocimiento, se logre su aceptación.


Además, se requieren jornadas de formación de los educadores, de modo que dicten sus clases alejados de cualquier prejuicio o influencia ideológica o cultural.


ü Medios de comunicación social


De un modo u otro, los medios de comunicación, con su amplio poder de información, han contribuido enormemente contra las acciones de discriminación que hoy día viven los miembros de la comunidad LGBTTT, ya que con sus programas tendenciosos en los cuales se fomentan burlas o mofas por pertenecer a dicha comunidad, así como el identificar en un tipo de persona diversa – generalmente colorida o escandalosa – a todos los miembros de la comunidad LGBTTT, fomenta la discriminación, las burlas y la desinformación.


Por ello, el Estado, así como ha regulado y controlado otros temas que afectan sus intereses, deberían regular la forma en la que los medios de comunicación social comunican a la sociedad su significado, de lo que para ellos constituye ser alguno de los integrantes que conforman la comunidad LGBTTT.


ü Capacitación a los agentes del sistema jurídico


Sin duda alguna, que otro aspecto importante a incluir en una política social integral, para evitar y prevenir la discriminación y los abusos en contra los miembros de la comunidad LGBTTT lo constituye la capacitación que se le debe ofrecer a los agentes del sistema jurídico, sea penal, administrativo, civil, etc, ya que es importante que puedan recibir a las víctimas de la discriminación bajo el prisma de una visión objetiva, desvinculada de estereotipos, sentimientos machistas y prejuicios como hoy día ocurre. Teniendo personas capacitadas y que entiendan que el servicio público y la seguridad se deben prestar a todas las personas bajo un concepto de igualdad, los derechos podrán ser ejercidos de una forma más efectiva y eficaz.


ü Jornadas de sensibilización


En vista de que no toda la población acude al sistema escolarizado, el Estado, debe incorporar en su política social integral, actividades encaminadas a sensibilizar a la sociedad en general, a través de campañas de alto impacto social que permeen en las mentes de las personas la idea, ya no de una simple tolerancia a los demás, sino de la identificación de las diferencias, porque vivimos en una sociedad plural en donde predomina la diversidad en su más amplio sentido y por ende, no se puede aceptar la imposición vertical de una sola verdad, en este caso la de que la vida heterosexual es la única vida posible, sino que por el contrario, existen múltiples verdades a nivel horizontal, que hay que dejar de ignorar. De esta manera, se promoverá la aceptación de dichas diferencias, entre ellas las que se suscitan entre la población que no cumple el rol de género dominante, es decir la que pertenece a la comunidad LGBTTT.


ü Reconocimiento a través de la Ley de la igualdad en todos los ámbitos


Desde la Constitución hasta la ley de menor jerarquía que conforme el sistema jurídico, se deben empezar a redefinir los conceptos y derechos universales en ellas contenidos, de modo que consagren los conceptos y derechos particulares, con el fin de, por un lado, reconocer la validez de estos; y, por el otro, evitar interpretaciones contrarias al espíritu de igualdad ante la ley de todas las personas sin distinción de ningún tipo.


Así, de la misma forma como se ha hecho necesaria la especificación de sectores que históricamente han sido los más vulnerados y victimizados como por ejemplo: la mujer, la niñez y los adultos mayores, de esta misma forma se deben reconocer, en los distintos instrumentos jurídicos, especificaciones en torno a los miembros de la comunidad LGBTTT, de los mismos derechos de que pueden gozar las personas heterosexuales, como por ejemplo: el matrimonio civil, derecho a denunciar violencia doméstica de su pareja, seguridad social, pensiones, herencias de sus parejas, ser aceptados laboralmente tal y como son, sin riesgo a ser despedidos, entre otros.



Finalmente y en síntesis, la problemática que afronta la comunidad LGBTTT en lo relativo a la homofobia, no es único y exclusivo de quienes se identifican como parte de esa comunidad, sino que por el contrario, es un problema que le pertenece a todos los integrantes de la sociedad, ya que no se puede permitir que por el ejercicio legítimo de la libertad de decidir, lo que cada quien quiere para su vida, se sea discriminado y orillado a vivir una vida sin seguridad, al grado de llegar inclusive a acciones tan radicales como las torturas, ejecuciones o asesinatos. Por ende, la sociedad civil y el Estado deben caminar por una sociedad que reconozca las diferencias, mediante la ejecución de políticas públicas que sensibilicen, prevengan y erradiquen la discriminación a este sector de la sociedad, de modo que se pueda vivir en una sociedad en condiciones de libertad e igualdad de derechos y en donde se le garantice seguridad personal a todos y todas sus integrantes.








[1] FACIO, Alda. Cuando el género suena cambios trae. Metodología para el análisis de género del fenómeno legal, ILANUD, San José de Costa Rica, 1992, pág. 95/96



[2] Ver. Rompamos el silencio. Violaciones de derechos humanos basadas en la orientación sexual, Edición española de Editorial Amnistía Internacional, Madrid, 1994, pág. 22.



[3] Ver: Letra S, Informe de Crímenes de Odio por Homofobia, México 1995 – 2008, México, 2009.



[4]Letra S, Informe de Crímenes de Odio por Homofobia, México 1995 – 2008, México, 2009.

3 comentarios:

  1. Impresionante y excelente escrito, ojalá toda la gente pudiera tener una menalidad así. Seguramente, viviríamos en un mundo más justo y más libre.

    Gracias por compartir tus conocimientos, pues dice mucho de tí en forma positiva, aún sin tener la oportunidad de conocerte.

    Carmen.

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  2. Hola Carmen, gracias por tú comentario.

    Pienso que es necesario que exista la diversidad de ideas y de maneras de ver la vida, sin embargo, lo que si cuestiono y siempre cuestionaré es que no exista respeto frente a quien sea, piense y actúe diferente, porque esa falta de respeto, nos lleva a la intolerancia y a situaciones de odio como las que expreso en el escrito.

    Vivimos en un mundo caracterizado no por una sola razón, sino por la diversidad y pluralidad de razones y por ende de formas de sentir, de pensar y de actuar.

    Eso es lo que pienso, que a la sociedad le falta entender y aceptar, para que no existan manifestaciones de odio, ya sea por orientación sexual, género, raza, nacionalidad, etc.

    Saludos cordiales,

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  3. Q triste q aun muera gente xq los demas no los aceptan. Seguro y son + casos pero como dices en el texto las autoridades ignoran el tema y no lo registran ni ven como importante.
    No se puede permitir mas. Luego cuando protestan los gays no les hacen caso y se burlan pero puede ser un familiar nuestro o amigo que muera por gente ignorante.
    Sigue escribiendo, lo haces bien.

    Alex.

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