martes, 12 de agosto de 2014
Día Internacional de la juventud: Reflexiones
jueves, 10 de enero de 2013
El arte de conversar
lunes, 31 de diciembre de 2012
Mi deseo para el 2013
lunes, 3 de mayo de 2010
Felicidad Condicional

Ese sentimiento de satisfacción, bienestar, placidez, tranquilidad y seguridad, que hemos conocido con el nombre de felicidad y, que se disfrutaba en el presente; en el mundo moderno y post moderno ha adquirido una fuerza determinante para justificar el consumismo reinante, reduciéndole siempre a un estado futuro que debemos alcanzar, mediante la posesión de bienes materiales. Tal como lo establece el Diccionario de la Lengua Española, al definir la felicidad como el estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien. (No hay que olvidar quiénes son los que tienen injerencia para establecer y definir conceptos, bajo el nombre de una institución referencial para todos los hispanos hablantes).
Además, de acuerdo con el sociólogo polaco Zigmunt Bauman, la felicidad – en la modernidad - se ha transformado de aspiración ilustrada para el conjunto del género humano en deseo individual. Y en una búsqueda activa más que en una circunstancia estable, porque si la felicidad puede ser un estado, solo puede ser un estado de excitación espoleado por la insatisfacción.
Es decir, la felicidad ha quedado delimitada a un estado individual, inestable y futuro que lo determina la posesión de bienes materiales y que por tanto, al ser reducida a cuestiones externas al alma (como desde hace siglos lo mencionaba Aristóteles), es esporádica; y, precisamente por esas características, en la modernidad y en la postmodernidad, se requiere que sea el objetivo a buscar constantemente, en donde no importa cuánto cueste (tanto en esfuerzo como económicamente) o cuánto nos embarguemos, lo importante es la posesión del bien para sentirnos felices unas horas, luego de las cuales deviene la insatisfacción y por ende nuestras mentes vuelven a concebir un nuevo objetivo - bien que buscar para ser felices. Estos bienes no necesariamente son cosas u objetos, únicamente palpables o sin vida, pueden ser personas, estudios, trabajos, cargos, reconocimientos externos de otros, etc. Es decir, en el mundo moderno y post moderno, la felicidad ha estado condicionada, razón por la cual mucha gente vive en estado de insatisfacción, ya que la innumerable cantidad de cosas que diariamente salen al mercado, nos hace querer buscar más y más, no como una aspiración personal de superación que vaya en contra del conformismo, la cual a mi juicio estaría bien, sino como una mera posesión, que no se sabe muy claramente para qué se necesita, pero aún así, hay que obtenerla. Olvidándonos que la felicidad no es la que está reducida únicamente a lo material. Sino que tal como lo indicaba al inicio es un sentimiento duradero de satisfacción, bienestar, placidez, tranquilidad y seguridad, que se vive en el presente, que proviene de nuestro interior y que nos permite disfrutar lo que somos e incluso lo que tenemos.
Sobre este particular, les dejo otra reflexión del libro Del Peregrino Loco, que ya he estado citando en este blog.
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Felicidad Condicional
Autor: Grian
Del libro: El Peregrino loco.
Aquella joven peregrina parecía sentirse a gusto en compañía del peregrino loco, con el cual conversaba largamente durante las jornadas.
- Seré feliz el día en que me pueda comprar una casa - le dijo la joven un día -, con unos amplios ventanales y una terraza sobre el mar; y una buhardilla forrada en madera donde leer las tardes de lluvia…
-¿Y por qué no eres feliz ya? – le interrumpió el peregrino loco.
La muchacha no esperaba aquella pregunta.
- ¿Porqué motivo tendría que ser feliz ya?- preguntó.
- ¿Acaso dice en alguna parte que hay que tener un motivo para ser feliz? – preguntó a su vez el loco.
La joven guardó silencio mientras reflexionaba.
-No, supongo que no - dijo al fin -. Pero se supone que todo el mundo debe tener un sueño que, cuando se cumple, le hace sentirse inmensamente feliz, ¿No?
-Sí. Eso hace la mayoría – reconoció el peregrino loco -. Pero, de este modo, lo único que hacen es hipotecar su felicidad, condicionarla al hecho de que se haga realidad este o aquel deseo. Y si el deseo no se hace realidad, entonces caen en el lado opuesto y se sienten tremendamente desdichados.
- Bueno – aceptó la muchacha sin mucho convencimiento - , es una manera de ver las cosas.
- No, no es sólo una manera de ver las cosas – levantó la voz el loco como si en ello le fuera su demencial prestigio - . La gente se pasa la vida persiguiendo deseos y diciéndose que serán felices cuando los alcancen; sólo para conseguirlos, ser felices dos días y buscarse un nuevo deseo con el cual poner la felicidad a otros dos o tres años vista. Se comportan como el burro detrás de la zanahoria, siempre corriendo detrás de sus sueños para no ser felices nunca.
- Sí. Puede que tengas razón – admitió la joven sin demasiado énfasis.
- ¡Claro que tengo razón! – Levantó la voz aún más el loco - ¿Cómo espera ser feliz la gente si le ponen condiciones a su felicidad?
La muchacha parecía divertida con el estallido de su extraño compañero, pero no respondió. -
- Oye, ¿Con quién estás enfadado?
El loco la miró como aturdido por unos instantes y, luego, en voz baja, como contándole un secreto, le contestó:
- Estoy enfadado con la estupidez humana.
domingo, 28 de marzo de 2010
Jesucristo

En muchas ocasiones, he sido criticada por creer en ti. Cuando era adolescente, me cuestionaban el hecho de dedicar tanto tiempo a las actividades que tuvieran relación contigo. Mis amigos de ese entonces me juzgaban porque no los acompañaba a las “chupatas” escolares, a los “arranques” o salidas, etc.
De adulta me han cuestionado el que escuche música que se ha escrito inspirada en ti. Me han dicho fanática por eso. Lo cual para mí ha resultado contradictorio, porque no entiendo la diferencia de escuchar ese tipo de música, a una escrita por cualquier cantante que las emisoras de radio y demás medios de comunicación, han ayudado a que sea famoso o famosa, y que por supuesto también escucho.
He recibido fuertes interrogatorios, porque la gente no entiende cómo es que digo creer en ti si critico tanto a una de las instituciones que dicen darte a conocer. Me han dicho que soy rebelde por eso.
¿Y sabes? En estos días en que recordamos el paso de tú injusta muerte y tú gloriosa resurrección, reflexiono y doy respuesta a esos cuestionamientos.
Doy gracias a mis padres porque ellos no me inculcaron creer en ti, de modo que yo misma pude hacerme un criterio de tú persona. De hecho, me bauticé de adolescente porque era algo que yo deseaba hacer. Y si bien, el bautizo es un signo más de la Iglesia católica, fue en ese entonces, cuando no entendía eso de los signos y tradiciones, que empezó a inquietarme tú vida. Al punto de que yo misma, deseaba conocer un poco más de ti y fue así, que accediendo a la invitación que me hizo Pedro - mi amigo inseparable de la secundaria - para asistir a un encuentro de jóvenes, es cuando, por primera vez, tuve la hermosa experiencia de sentirte. Nunca algo había sido tan satisfactorio para mí.
A partir de entonces, siempre tuve necesidad de saber más de ti, de buscarte y de encontrarte, y es por eso que entregué mi adolescencia y mi juventud a esa búsqueda. Nada para mí era más grato que estar en actitud de escucha permanente a lo que tú, por diversos medios, me transmitías diariamente.
Empecé a conocer a un Jesús humano, sencillo, entregado a los demás; carente de egoísmos, con defectos, con virtudes - como todo ser humano - que te hacen único. Un Jesús misericordioso, amoroso, paciente, servicial, con determinación, tierno, de carácter fuerte. Un Jesús rebelde, para todo lo que hiciste en aquellos tiempos de la historia. Un Jesús crítico y auténtico.
Por ello, cuando avanzaba en el conocimiento de tú persona y veía la realidad de la Iglesia a la cual pertenezco, podía comparar y ver que muchas cosas no correspondían a lo que yo había aprendido de ti versus lo que dicha institución proclamaba y hacía. Me llevé muchas decepciones, lloré, me sentí frustrada, me sentí decepcionada e incluso hasta dudé de ti. Sin embargo, hoy día comprendo que todo fue parte del aprendizaje.
Pues, entre otras cosas, aprendí que la Iglesia (cualquiera que sea, yo hablo de la católica porque fue allí en donde tuve mi experiencia) es algo distinto a lo que tú eres. La Iglesia, finalmente está constituida por hombres y mujeres imperfectos que por las ansias de poder y de poseer el control, ha cometido y sigue cometiendo injusticias muy fuertes en la sociedad. La culpa – a través del pecado - , es el medio que suele utilizar para cometer dichas injusticias.
Aprendí que en tú nombre se manipula y se ha manipulado a lo largo de la historia, las conciencias de los miles de millones de seguidores que por la razón que sea no son autoconscientes y por tanto, no cuestionan lo que se nos pone al frente y creen a ciegas lo que dicen que proviene de ti.
Aprendí que la Iglesia es uno de los instrumentos que nos conducen a ti. De hecho, para mí lo fue. Sin embargo, no es el único. De hecho, en ocasiones, cuando no se tiene una clara separación de lo que es la Iglesia y lo que eres tú, dicha institución puede ser el medio para alejarnos de ti.
Aprendí a ser crítica y por ende, a quitarle el velo a lo que se nos plantea como única realidad, como única razón. Por ello me llaman rebelde. Yo le llamaría ser autoconsciente.
Aprendí que solo contigo encuentro la libertad y el amor en su máxima expresión, ya que eres la fuente de esos dos sentimientos y/o valores, que para mí siempre han sido los más importantes en mi vida.
Aprendí a creer sólo en ti. Y por tanto, eres y serás siempre el único “amuleto” que requiero. Pues todo lo demás, llámese brujerías, santeros, supersticiones, resguardos, etc., son creaciones de los hombres que al final se constituyen en viles negocios. Ninguno supera tú poder.
Aprendí a ser auténtica y sencilla interna y externamente, a no dejarme llevar por las vanidades del día a día, por ello soy feliz – pese a las críticas o recomendaciones que me han hecho en muchas ocasiones - con unos jeans, un suéter, mi colita de caballo y unas zapatillas o tenis.
Aprendí a verte, escucharte y a sentirte por medio de la naturaleza, aquella mágica creación que nadie ha podido superar. Al igual, que por medio de cada hecho que pasa día a día. Algunas veces, no puedo verte, escucharte o sentirte de inmediato y tiendo a desesperarme cuando no encuentro respuestas, pero con el paso de los días me permites discernirte y entenderte.
Y esta síntesis del aprendizaje que he tenido de ti y por ti, me ha permitido creer cada día más en un Jesucristo distinto al que se nos ha querido vender a través de imágenes, estampitas, miles de cosas “bendecidas” y de los innumerables mitos que aún existen con respecto a ti. Toda la experiencia que he vivido, en este proceso de aprendizaje que no termina, ha formado la mitad de mi vida, la parte espiritual, aquella que me permite procurar un equilibro con la otra parte de mi ser: la razón y la ciencia.
Eres mi modelo, mí único modelo a seguir. Y a pesar de que no te llego ni a los talones, no me cansaré de trabajar en mi interior, para ser cada día una persona lo más cercano a ti.
Hoy, como todos los días te doy gracias por permitirme conocer un pedacito de la gran inmensidad que eres, por las personas que he conocido a lo largo de mi juventud – con quienes comparto la inquietud de conocer más de ti - y que me han transmitido tú amor, doy gracias por la oportunidad de vivir y espero pacientemente el día en que pueda descansar en tus brazos para gozar de tú amor y de tú libertad. Como tantas veces lo he soñado.
Mi amor por ti Jesús, es infinito y festejo un año más - de aquellos que inventamos los hombres y mujeres para organizar nuestras vidas - tú gloriosa resurrección.
Por adelantado, les deseo una Feliz Pascua de Resurrección.
¡Saludos!
lunes, 22 de febrero de 2010
Ser agradecidos

¿Alguna vez han escuchado a alguien que ha realizado una acción en favor de otra persona y expresa lo siguiente: Ni las gracias me dio ó es un mal agradecido?
La gratitud o el ser agradecido es un sentimiento que implica una correspondencia al favor o beneficio que alguien ha hecho por nosotros en algún momento. Y esa correspondencia puede ir desde algo tal vez complejo, dependiendo de las circunstancias, como por ejemplo: hacer algún favor especial en un momento en que la persona o personas que nos lo han hecho antes, lo requieren o necesiten; o bien, puede ir hasta algo más simple como expresar sencillamente: gracias, en correspondencia a cuestiones que pueden ser de la cotidianidad como que alguien nos abra la puerta, nos ofrezcan un desayuno, nos cedan el paso, entre otras.
Que diferente se siente cederle el paso a alguien, por ejemplo, y que en vez de dar las gracias la persona corresponda con una cara seria o incluso, en ocasiones de enojada. O que le ofrezcas el desayuno a una persona y simplemente lo rechace sin siquiera dar las gracias. Seguramente, quedarán pocas ganas de hacer algo por esa persona en el futuro.
sábado, 20 de febrero de 2010
Celebración del amor y la amistad

Desde que estoy en este país, una de las cosas que más he admirado es la creatividad de sus ciudadanos, pues se las ingenian para todo, en este caso: unos para vender una cantidad inmensa de curiosidades y los otros por buscar los detalles más innovadores para agradar a las personas que aprecian.
Durante una salida que di ese día, podía ver – por doquier – a personas con detalles en las manos, tales como: globos similares a los del chavo del 8, con miles de formas y frases curiosas, arreglos florales o de peluches, obsequios envueltos, una cartulina con un montón de post – it que cada uno decía una expresión de afecto, un carro totalmente copado de post – it, también con expresiones de afectos (te quiero, te amo, etc), gente en cines y teatros donde habían descuentos casi del 50% en algunos de estos últimos (los cuales son bastante costosos en relación con los de Panamá), en la universidad una persona le confesaba su amor a otra mediante un cartel enorme, tipo valla publicitaria, con nombres y apellidos, entre muchas otras cosas. ¿Algunos de estos detalles los consideran cursis? Tal vez, para algunos, pero todos de un modo u otro implican un esfuerzo de una persona para agradar a otra, al final son una forma de expresión de cariño.
Pero, lo que quiero resaltar, es que por donde me moviera habían personas con algún detalle de sus parejas, familiares o amigos, y todos se veían felices, en el lugar que estuvieran, fuera en medios de transporte público como el metro, metro – bus o los buses, en carros particulares, a pie, en fin, gente de todo tipo de clases sociales manifestándose, de variadas formas su cariño, su amistad y su amor.
Pero, más allá de los detalles materiales, pienso que sería hermoso que diariamente se pudiera vivir en la armonía que se procura pasar el 14 de febrero, tan solo depende de que cada uno de nosotros sigamos tal vez el ejemplo del peregrino loco, que se describía en el cuento intitulado la locura que publiqué hace un par de días, de modo que diariamente podamos rendirle tribuno, celebrar y convivir en amor y amistad.
Para lograrlo, tal vez tendríamos que dejar que otros con cierto poder dejen de definir cuándo tenemos que hacer tal o cual cosa, en este caso, cuándo tenemos que celebrar el amor y la amistad, para así permitirnos y atrevernos a definir nosotros mismos lo que deseamos.