Ilusa confianza,
en la palabra que sosiega,
que acaricia,
y que resguarda,
la noble esperanza
de una mejor andanza.
Falsa templanza,
de una voluntad que reniega,
que es ficticia,
y que no guarda,
ni un ápice de la acordanza,
prometida a ultranza.
Caduca añoranza,
de una deferencia que no llega,
que vicia,
y que defrauda,
sin ninguna tardanza,
la promisoria bonanza.
Firme desesperanza,
de la ilusión aciaga,
que renuncia,
y que ya no retarda,
la última pujanza,
de la moribunda alianza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario