Como creyente en una Fuerza
Creadora de Luz a la que le llamo Dios, no puedo pretender que los temas de
Estado se decidan de acuerdo a mi particular fe, porque eso sería excluir a un
conglomerado de personas que tienen creencias distintas a las mías pero que
forman parte del mismo Estado al que pertenezco. Eso se llamaría soberbia e
imposición.
Leyendo comentarios y opiniones
respecto del proyecto de Ley 61, por medio del cual se adoptan políticas
públicas de educación integral, atención y promoción de la salud, pienso que
solo cuando el Estado panameño, a través de sus gobernantes, tengan la
capacidad de salirse de las micro esferas de su fe y sean conscientes que los
temas de la ciudadanía se deben atender como temas de la ciudadanía y no de la
religión que profesan, podremos entonces hablar de progreso, porque como
sociedad panameña habremos sobrepuestos nuestros intereses y creencias
particulares en beneficio de los intereses de las mayorías, que es a fin de
cuentas la tarea de los gobernantes, realizar acciones en beneficio de la
colectividad.
se enseñan en casa y son las opcionales, los temas de nuestra humanidad se deben enseñar en las escuelas en un ambiente de igualdad. Por tanto, tal como se enseña nuestro idioma (tema humano de comunicación) o tal como se nos enseñan las matemáticas (tema humano de operaciones lógicas mínimas), de esa misma forma, tenemos que saber qué ocurre en nuestro interior, en nuestro campo corpóreo y espiritual, identificar lo que sentimos, las reacciones naturales que nos suceden, etc., para poder solo así, generar la formación de seres más conscientes y responsables, sobre el modo de vivir la sexualidad.
La historia ha dado fe que
pretender avergonzarnos de nuestra sexualidad, característica tan humana y
natural que poseemos, ha generado no solo embarazos no deseados sino también
una serie de enfermedades de transmisión sexual, que la mayoría de las veces
son irreparables.
El proyecto 61 no busca la
autorización de la repartición de preservativos
ni mucho menos la incitación al sexo desenfrenado ni a la inmoralidad, quienes así
argumentan están mintiendo.
El proyecto 61 busca crear una
política en donde con bases científicas y éticas se legisle en este país de
manera seria, sobre una parte de nuestra humanidad – la sexualidad – la cual por años se ha excluido de las
políticas públicas, por no contar con una ley que así lo impulse, generando una sociedad ignorante e
irresponsable respecto de un tema que nos es fundamental. Y esto se debe, gracias a la intervención de un sector que
necesita para su sostenibilidad, en muchos sentidos, que la sexualidad siga siendo un tabú.
Por tal razón, vale la pena que
nos informemos y leamos el contenido del proyecto y así, cada uno vaya
generando sus propias conclusiones de la misma, sin dejarse engañar por
personas que con una tendencia alarmista, con argumentos carentes de
conocimientos de conceptos básicos, deciden en función no de la mayoría ni de
las realidades que se viven en la población panameña, sino en función de sus
particulares creencias e intereses.
Abajo el enlace del proyecto.
Nelva, me encantó tu escrito.
ResponderEliminarAyer conversaba con una mujer que admiro por su inteligencia clara, que me dio una reflexión muy buena. Dijo ¿cuál es la definición de patria potestad, qué es?
¿Acaso es una tableta que se coloca debajo del brazo, una cosa? ¿Cuándo la ejercen los padres?
En la familia, eso se tiene que enseñar a los hijos, para que la respeten, si no lo hemos hecho a tiempo como padres ¿cómo vamos a esperar otro comportamiento.
Saludos,